La Guinea de Obiang es la de Macías

     Sí, la Guinea de Obiang es, lamentándolo profundamente, la de Francisco Masié, el que fue el único milagro de Guinea Ecuatorial. Hoy mismo tuvimos la noticia de que un hijo de Anton King llegó a ministro, con actitudes similares a las que hicieron famoso a su desgraciado progenitor. Bueno, al sujeto llamado Anton King lo encumbró Macías desde la pura ignorancia, y por lo bruto y adulador que era. Ni siquiera le consuela a alguien que al bicho aquel lo reventaron la cabeza luego de ser fusilado cuando detuvieron a su maldito jefe, el Único Milagro de Guinea Ecuatorial por varios años.

    A santo de qué santo llega a ministro el retoño de tal personaje? Pues porque a Obiang, uno de los protegidos de Macías, de vez en cuando le invade la nostalgia y simplemente se tira al monte, como hacía su mentor. Fue el animal, este mentor, el que arrancaba los galones y abofeteada a los militares en público, pero luego aupaba a analfabetos, como el tal Anton.
    Bien, acaeció que hace poco un artista español me llamó para hacerme una propuesta, y antes de poder hacerla se puso a llorar porque la tercera pata de lo que formaría el equipo estaba pasando malas horas en Blay Beach, y porque Nguema Obiang lo había decidido. Hay que hacer saber a los legos en temas guineos que la gente que la trinidad poderhabiente en Guinea manda a la cárcel solamente sale cuando a uno de los tres les sopla un diablo de más poder que ellos, un ser que todavía no existe en Guinea Ecuatorial. Son estos tres, Obiang, Nguema Obiang, y Constancia, asistidos de Armengol, los que a veces hacen el paripé de ir a la inauguración del año judicial, cuando las sentencias judiciales las tienen en el foro de sus...

    No vamos a poder llevar llevar a cabo el proyecto, ni siquiera someterlo a la consideración de los que administran el dinero, y ahí se agostará la brillante idea, pero hace poco tuve conocimiento de que una institución con sede en España, y que tiene relación con una playa, mostró sus reticencias en colaborar con una publicación que tiene relación con ciertos autores guineanos. Para que se hagan una idea, ya que no queremos dar nombres todavía, es como si el Museo del Prado no quisiera exhibir un cuadro de algún pintor de Guinea porque la institución no quiere estar en malas relaciones con Obiang. Así de claro. 

    Bueno, sé que negros y white people residentes en España y en Guinea se ponen a temblar cuando un servidor viaja a Guinea, y porque no solamente creen que este viaje haría que pudieran ser cómplices de decir verdades, o que al pobre servidor, Ávila Laurel, se le enchironaría, y ahí será el llanto y el crujir de dientes, sino que su no sabemos qué se vería expuesto. Bueno, no espero que esto pase, pero quiero que relacionen este hipotético encarcelamiento con el del español que ahora está detenido. Y hagan la pregunta: Por qué ácido láctico un embajador español en Guinea carecería de elementos para exigir la excarcelación de un ciudadano de la gualda y roja? Pues porque ellos otorgaron a Obiang la capacidad de enfadarse porque le ofrecieron la mano abierta. Así de pecuniario.

    Como estamos viviendo como Dieu nos dio a entender, y nos faltan muchas abuelas, tenemos que decirle al embajador y a los guineanos que no somos un cualquiera. Y que llevamos años escribiendo para la hispanidad en Guinea, y en el mundo, así que no tendrían más remedio que sacudirse su pusilanimidad y dar la cara cuando su tembladera se vea justificada y un servidor esté oliendo a caca en Blay Beach. Ojeen lo que quieran y verán que mi currículum no puede ser tapado, y todo ello no se acompañó de un raudal de dinero que fluyó a mis bolsillos. Las cosas, y las cuentas, claras!!

    Ah, los guineanos están en la agonía, tanta que acuden en masa a que un vociferante pastor les bendiga el agua embotellada que el poder les obliga a beber, cuando nos consta a todos que en los infectos barrios en que viven no tienen agua. No potable, agua de cualquier tipo que salga de los grifos todo el día.

    Posdata: No es que haya tal, pero si quieren estar entonado, pongan leches donde pone ácido láctico. Y sí, es una vergüenza que todavía dependamos tanto del legado de Francisco Macías.

            Barcelona, 3 de setiembre de 2025