Claro que teníamos razón!!
¡¡CLARO QUE TENIAMOS RAZÓN!!
Hola lectores, resulta que salí de Guinea ayer, y no tengo tiempo ni intención de hacer un recuento de mi estancia allá, así que os pondré un artículo que escribí el día 8, pero que los avatares impidieron que lo colgara. Ahora que estoy fuera, hago boca, como decís en Guinea, y lo publico para que aprendáis de mis andanzas tropicales.
Acaeció que anteayer fuimos al sitio público que extiende los documentos oficiales para renovar el documento nacional de identidad y notamos un cambio. El mismo no fue en el ámbito del procedimiento, que diríamos que si no ha empeorado, pues es una lata que deja clara alguna evidencia. Es en este sitio en que he visto que en la primera cara del tocho de papeles que quieren que hagas para renovar el documento grapan dos fotos. Pero resulta que la foto oficial que irá al documento te la hacen ahí mismo, así que estas dos fotos son para papeles que van a archivar, no sabemos en qué sitio. Para que se hagan una idea, en una mesa alguien te da una orden de ingreso, del mismo tienes que hacer tres copias, que se sumarán a la copia que te dará el agente del banco, la misma que has de llevar primero al despacho del director de agencia para su sellado. Documento importante que irá adjuntado a tu copia de DIP que quieres renovar.
Sales de ahí y vas a la mesa en la que te dieron la orden de ingreso, y aquel señor lo mira todo, te inscribe en no supe dónde, y te manda a la sala de toma de huellas y fotos. Yo lo puedo resumir todo y decir que los directivos de CNEDOGE tienen vértigo y no acaban de fiarse de su archivo electrónico. O bien, no saben o no quieren sacarle partido a la informatización del sistema. Pero la realidad que nos asiste nos hace creer que por más que supieran recuperar de sus archivos tradicionales los documentos de una persona en concreto, poco podrían hacer con el mismo, porque el sistema ya está informatizado. Ya no es como cuando los documentos se hacían de manera casi artesanal, con aquellos pasaportes rellenados con bolígrafos de la marca BIC.
La exclamación que encabeza esta crónica se justifica porque, habiendo hecho todo esto, y llamados para recibir el papel que daría fe de que concluimos el proceso de renovación de nuestro documento, la funcionaria que nos atendía nos preguntó si había alguna cosa que queríamos cambiar de nuestros datos y, claro, le dijimos que sí. ¿Os acordáis de que en más de una ocasión hablamos de este asunto? Claro que íbamos a insistir que, por más annobonés que fuéramos, habíamos nacido en Malabo, que lo uno no es incompatible con el otro.
Como no tengo constancia escrita de ningún otro guineano que se haya quejado de esto, y sé de un sinnúmero de hijos de padres mixtos que pasaron oficialmente a nacer en un sitio en que nunca habían estado, diré que los mismos responsables se dieron cuenta del error por ídem propia y rectificaron, y ahora el que abre la boca para exigir la rectificación se le atiende. Un servidor, Santa Isabel, 6 de noviembre de 1966, annobonés, y a mucha honra.
Mirad, vosotros que, presos del miedo, decís que no se gana nada protestando, y en esta Guinea, os diré que en tu documento de identidad es esencial que pongan las cosas como ocurrieron, ya que si se toman la libertad de decidir por ti, puede ocurrir que por ti tomen una decisión irreversible que te marcará de por vida. Ahora bien, si creéis que Dios lo ve todo y lo arreglará todito, permitidme que os diga simplemente que os den. Ya no hay más.
Malabo, 8 de agosto de 2025
Posdata: Hay mucha gente que cree que esta es una cuestión baladí. No lo es. Y si todavía insiste en que sí lo es, no hay nada más que reiterarles lo anterior: Que les den!
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