Juan Tomas Àvila Laurel, nuevo blog


Terminando el mes de marzo

Una parte del cielo que rige sobre mi vida se abrió, y aunque tozudo, escuché las sugerencias de gente de experiencia y me dejé asesorar. Entonces gracias a esta gente tengo mi segundo blog, que se llama igual que el anterior, sí, esta Guinea a la que se iba por mar que acabó, me refiero al blog, en manos de los chinos que vendían camisetas de primera y segunda mano. Bueno, ocurrió que dejamos de pagar y se lo quedaron los chinos, estos que pretenden dominarlo todo con sus palitos entrelazados.

De qué hablaré a partir de ahora. 
Hablaré mucho de mis libros, pues muchos hombres y mujeres me afeaban la costumbre de hablar tan poco de ellos luego de haber escrito tantos. No hablaré tanto de política, pero sí mucho de la necesidad de que los hombres y mujeres de Guinea, y del resto de mundo, tengan y sepan apreciar la libertad. Entonces, ya ven, se colará de manera irremediable la política. Empiezo con un ejemplo: Ocurre que en Guinea se habla de la necesidad de democracia, pero muchos tienen miedo de hablar. Ignoran que la democracia es el gobierno del pueblo, así que todo el pueblo tiene que luchar por ella, con sus miedos  a cuestas. Es decir, no hacerlo significa que se está a gusto con el totalitarismo imperante, así que no vale la pena quejarse.
Es todo por ahora. 




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